La elaboración de aceite de oliva extra en Tortosa y sus alrededores tiene profundas raíces históricas que se remontan a siglos atrás. Tortosa, situada en la provincia de Tarragona, en la región de Cataluña, España, ha sido tradicionalmente un importante centro de producción de aceite de oliva.

La historia de la producción de aceite de oliva en esta región se remonta a la época romana, cuando los olivos fueron introducidos en la península ibérica. Desde entonces, el cultivo del olivo y la producción de aceite han sido actividades fundamentales en la economía y la cultura de la zona.

En Tortosa y los pueblos circundantes, la elaboración del aceite de oliva extra se ha transmitido de generación en generación, con técnicas y conocimientos ancestrales que se han ido perfeccionando con el tiempo. Los agricultores locales han cultivado variedades de olivos autóctonas, adaptadas al clima y al suelo de la región, lo que ha contribuido a la singularidad y calidad del aceite producido en esta área.

La zona de Tortosa cuenta con condiciones climáticas favorables para el cultivo del olivo, con inviernos suaves y veranos cálidos y secos, lo que permite que los olivos crezcan y produzcan frutos de alta calidad. Además, la proximidad al mar Mediterráneo proporciona una influencia única en el sabor y las características del aceite.

La elaboración del aceite de oliva extra en Tortosa y sus alrededores sigue siendo en gran medida un proceso artesanal, aunque también se han incorporado modernas tecnologías para mejorar la eficiencia y la calidad del producto final. Los agricultores recolectan las aceitunas en el momento óptimo de maduración y las llevan a los molinos locales, donde se prensan para extraer el preciado aceite.